Por Carlos Acosta. Los trolls son, desde hace algún tiempo, grandes protagonistas del escenario comunicacional. Está más que claro que una noticia que proviene del semi anonimato la convierte en dudosa pero no lo suficiente como para que no embarre una cancha y genere tendencias que pueden causar daño, muchas veces irreparable.
Hace un par de días, en un reportaje de Hugo Alconada Mon para el diario La Nación, Fernando Cerimedo, reconocido con el “Rey de los Trolls” y quien trabajó para Javier Bolsonaro en Brasil, y localmente para Patricia Bullrich, Javier Milei y Javier Espinosa, entre otros, sostuvo con total impunidad que no importa si hablan bien o mal o mal de él, lo importante es que hablen, un concepto absolutamente emparentado con el del fin justifica los medios.
Por suerte hay ejemplos recientes que demuestran que la buena comunicación, la eficiente, sigue asociada a los buenos medios, al buen periodismo. El cierre reciente en los EEUU de BuzzFeed News, un verdadero ícono del periodismo digital, sacudió al universo de los medios gráficos de comunicación y puede leerse como el principio del fin de época para las redes sociales como distribuidoras de información. Vale la pena recordar que en no mucho tiempo su valor pasó de 1500 millones de dólares a 100 millones, que hace siete años fue elegida como la empresa más innovadora de los EEUU y rechazó una oferta de compra por parte de Disney de 650 millones. Ben Smith, actual columnista del NYT y colaborador de BuzzFeed hasta hace poco tiempo en una nota publicada en Clarín definió el tema como “Volver al futuro”, recuperar las raíces, lo que para el periodismo es una muy buena noticia.
Contar con información relevante, ordenada y de calidad es un insumo vital para quienes llevan adelante la comunicación de las marcas y tienen la enorme tarea de conectar audiencias, ciudadanos, consumidores. La calidad de un medio no depende de la inmediatez de la información ni de la acumulación de contenido sin criterio. Hoy la noticia es un commodity y el medio es quien sigue dando vida al mensaje.